Para mi es una forma de vida, una filosofia, una cultura, un folckore, un arte marcial. El Ving Tsun tal y como lo transmite el gran maestro Chan Chee Man no es tan solo un arte marcial en el que el alumno acude al gimnasio a entretenerse un rato y luego marcharse a  casa y olvidarse de lo aprendido. El Ving Tsun es algo más que eso. Es un estilo de vida. 

Los occidentales no nos damos cuenta de que en un arte marcial esta plasmada la cultura de un pueblo, su filosofia, su historia y por ello cuando lo practican no se conforman solamente con hacer una serie de ejercicios que manda el maestro, sino que dichos ejercicios encierran unos principios, unos conceptos y una filosofia inherente a la sociedad que lo ha creado.

Por ejemplo nosotros tenemos esa misma tradición con el flamenco, no es posible entenderlo a fondo sino lo sientes, como hace el pueblo gitano que lo respira por todos los poros de su piel. Por eso les gusta tanto el flamenco a los Japoneses, por que somos dos cultura que aunque tan dispares tenemos muchos puntos en común.

Ahora bien, lo dificil, y ahi es donde hemos tenido esa gran suerte, es encontrar a un maestro que te sepa transmitir todo ese legado. Que se note esa ilusión con lo que enseña y transmite. Que conozca el valor de lo que enseña y no lo vea como mero entretenimiento o una forma de sacar dinero. Que lo que transmite sea algo más que enseñar a dos personas a darse palos y asi irse tan contentos a casa porqué han demostrado lo machitos que son.

Dichos maestros, de los que quedan muy pocos, quizas no sean «una maquinas de matar»,  pero son los encargados de mantener y transmitir una tradición que gracias a ellos ha llegado hasta nosotros.

Ahora somos nosotros los responsables de que este legado no se pierda.

Un abrazo.