Con esta frase tan histórica del reverendo Martin Luther King me gustaría expresar lo que siento en estos momentos.
Tengo un sueño, sueño con el día en el que pueda enseñar el Ving Tsun tal y como a mi me gustaría.
Sueño con aquella forma de enseñar que descubrí en mi viaje a Hong Kong. Aquella forma que tanto me marco marcialmente hablando en la que pude comprobar como el profesor era tan solo un indicador, un supervisor del trabajo que realizaban los alumnos.
Alli el gimnasio estaba abierto varias horas al día y los alumnos acudían cuando mejor les convenía sin estar limitados por el tiempo de duración de la clase, normalmente en nuestros gimnasios de una hora u hora y media de duración dos días en semana. De esta forma dedicaban el tiempo que creían necesario para trabajar aquellos aspectos que consideraban estaban más necesitados.
Actualmente y según nuestro modelo de enseñanza los alumnos tienen que adaptarse a la clase y no la clase al alumno pues al ser multinivel el profesor no tiene más remedio que adaptarlo al conjunto teniendo que trabajar a menudo ejercicios que son complicados para los niveles bajos y sencillos para los niveles altos. Además de no tener tiempo de practicar muñeco, armas, ejercicios físicos, etc.
Como pude observar en hong Kong, los alumnos acudían al gimnasio y siguiendo un patrón tan fácil de entrenamiento como es el Ving Tsun y para lo cual fue creado (formas, ejercicios al saco y al aire, chi sao, lap sao, combate), estos alumnos elegían que ejercicios realizar y de esta forma desarrollaban la creatividad, la iniciativa, el razonamiento, creaban sus propios ejercicios, etc. De ahí que el aprendizaje del Ving Tsun fuese tan rápido, pues los alumnos no se limitaban a acudir a clase, realizar los ejercicios que el profesor les tuviese preparado para ese día y marcharse hasta el próximo día, sino que realizaban todas las formas, pegaban al saco durante un buen rato, entrenaban con el muñeco las hitting forms, dedicaban tiempo al chi sao básico. Cosas que en una clase normal no hay tiempo para ello.
Quiere esto decir que el sistema occidental no funciona?, no, y a las pruebas me remito, yo aprendí asi, y mis alumnos también lo han hecho y estoy muy orgulloso del nivel alcanzado por ellos, pero pienso que el sistema oriental es mucho más rápido, más entretenido, potencia más tus virtudes y trabaja más sobre tus defectos. Para poner un ejemplo utilizaré el culturismo. Alguien se imagina llegar al gimnasio y tener un monitor que marque los tiempos, los pesos, las repeticiones, los ejercicios, etc., en un grupo de veinte personas, todos a la vez, todos los niveles juntos. Y si a mi me hace más falta trabajar los hombros?, y si lo que me faltan son piernas?, y si soy un bicho de 100 kg y necesito otro tipo de entrenamiento.
Esto es un factor que siempre me ha inquietado, pues muchas veces sentía que la clase se me había quedado corta. Factor que pude comprobar sobre todo los sabados, en los cuales durante las tres horas de clase, la satisfacción de haber podido llevar a cabo todos los aspectos del Ving Tsun me colmaba de orgullo y satisfacción.
Pero como puedo llevar a cabo ese sueño? La única forma es poder disponer de una sala en la que poder llevarlo a cabo..
¡¡¡Y ese sueño se va a poder cumplir!!
A partir de septiembre estrenamos sala, una sala más grande, más amplia, más luminosa, toda solo para nosotros . Por fin vamos a tener nuestra propia sala de Ving Tsun al estilo más tradicional posible. Una sala en la que habrá unos horarios en los que el alumno podrá entrenar varias horas al día de una forma y enseñanza más tradicional bajo la supervisión del profesor y los compañeros más avanzados. Una sala con el suelo adaptado al Ving Tsun. Una sala con todos aquellos elementos tradicionales para entrenar, sacos de pared, muñecos de madera (tres posiblemente), armas, etc. Eso si, ya que estamos acostumbrados a otro tipo de enseñanza habrá también una clase dirigida por el profesor de una hora de duración en la que sobre todo se incidirá en el conocimiento por parte de los alumnos más nuevos de la forma de entrenar el Ving Tsun. Y para aquellos que le guste también se podrá entrenar Escrima filipina.
Ahora bien, para poder llevar a cabo este sueño, necesito dedicar más tiempo a los alumnos, para poder supervisar durante las horas que no haya clase dirigida los detalles, los ejercicios, dar ideas, trabajos, aspectos teoricos. Y no me queda más remedio que sacrificar horas de clases privadas para ello y es necesario subir un poco los precios del gimnasio. Aunque si se piensa bien no es asi, pues a partir de septiembre las clases van a estar abiertas de 18:30 a 21:30 de lunes a jueves y por la máñana de 11:15 a 13:15 lunes, miercoles y viernes.
Un abrazo y espero que juntos cumplamos este sueño.