Feliz año 2019

Otro año más y ya van a hacer 24. Parece que fue ayer cuando comencé a practicar Ving Tsun, eran años en los que las artes marciales estaban en su máximo apogeo, los gimnasios estaban llenos y en las clases acudía gente nueva y con muchas ganas todos los meses para practicar.

Recuerdo entrenar con compañeros que se metían “la paliza” de acudir todas las semanas desde otras provincias tan solo para poder aprender aquello que más les gustaba, ya que si querías aprender, en nuestro caso Wing Tsun, tan solo había dos maestros conocidos, Sifu Victor Gutierrez y Sifu Javier Gutierrez.  Hoy en día y desde mi punto de vista, la cantidad de maestros que surgen cada año es espeluznante, gente sin trayectoria, sin curriculum, sin bases, hacen que este mundillo se esté desmoronando. Creo que ya se está acabando el diccionario para todos aquellos estilos nuevos de Ving Tsun que aparecen continuamente.  Hay tal cantidad de farsantes que la gente ya no sabe a que atenerse, es como las Fake news de internet, ya no sabes cual es mentira y cual es verdad, asi que, desconfias de todas. las personas siempre tienen una excusa para no acudir a entrenar (estoy muy ocupado, no tengo tiempo, estoy cansado, es muy tarde, esta muy lejos ) , han perdido el respeto, la tradición, las normas. Acuden al gimnasio un día, faltan dos meses, vuelven otro día, desaparecen y luego van diciendo por ahí que es muy difícil aprender artes marciales. Personas en las que depositas tu confianza haciéndoles participes de todo lo que sabes, y de la noche al día desaparecen sin más, sin un correo, sin una llamada, sin un mensaje.

Las artes marciales precisan de esfuerzo, dedicación, paciencia y entrega, principios que hoy en día son muy difíciles de encontrar sobre todo en los más jóvenes. Gracias a dios que todavía hay personas, en su mayoría mayores de 30 años, que conservan ese amor, esa pasión, ese trabajo duro y que no dudan en desplazarse cientos de kilometros, entrenar duro en dentro y fuera de clase, personas que aun con más de 10 años de entrenamiento siguen haciéndolo como el primer día, personas que ven al Ving Tsun más alla de un entrenamiento marcial, sino que lo ven como una gran familia en el que todos participan, desde el profesor hasta el último alumno.

Es a todas aquellas personas que contribuyen con su esfuerzo y dedicación a las que quiero dar las gracias por poder seguir un año más con la escuela y que si no fuera por ellos no hubiera sido posible seguir todo este tiempo.

Os deseo Feliz año 2019.

chan chee man 2019

 

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