Volver a empezar

Como el título de la primera película ganadora de un Oscar en España que habla acerca de la relación de un exiliado que vuelve a su pueblo natal y se enamora de nuevo de su novia de la juventud esta historia habla de un nuevo comienzo, de una nueva aventura y de una nueva ilusión

Esta historia comenzó hace mas de 25 años. En esa época ya era practicante de artes marciales y como usuario, lector y coleccionista de revistas de artes marciales comencé a leer acerca del Brasilian Jiu Jitsu y la familia Gracie algo que despertó mi siempre curiosidad manifiesta. Por aquel entonces no había ningún representante de BJJ en Madrid hasta el año 1996/97 que comenzó Daniel Rego, creo que en Las Rozas, y me fue imposible compaginar ambas disciplinas como me hubiera gustado hacerlo. En el año 2002 estuve en el gimnasio de Fabricio Werdun y cosas de la vida también me surgieron nuevas responsabilidades que atender, en este caso hacerme representante de Emin Boztepe en España lo cual me exigía una total dedicación en esos momentos.

Durante estos más de 25 años de practica y casi 20 años de impartir clases de Ving Tsun he tenido la suerte de cruzarme en varias ocasiones con profesores de BJJ que impartían clase en los mismos gimnasios que yo impartía clases de Ving Tsun. Fue allá por 2012 cuando conocí a David y Enrique los cuales me acogieron en el ya desaparecido gimnasio IAM de la Plaza Remondo con los que tuve el placer de compartir espacio durante algún tiempo y darme cuenta de la talla de personas ya maestros que ya eran. Cada vez que veía pasar gente a sus clases sentía una envidia sana que yo sabía que algún día seria recompensada. David a menudo me retaba en “broma” a hacer combate con el con su característica sonrisa y alegria Brasileira. También tuve el privilegio de conocer a través de Enrique a una autentica leyenda de la época, un fuera de serie, un atleta muy bajito pero muy grande llamado Alexandre “pequeno” Nogueria, el llamado rey de la guillotina de las MMA, el cual me sorprendió enormemente la facilidad con la que se desenvolvía en el suelo y sin ningún esfuerzo.

Por esa época me dedicaba por completo a las clases de Ving Tsun y Escrima y tuve que “emigrar” a otro centro para poder ganarme la vida ya que uno de mis sueños había sido siempre poder dedicarme a mi verdadera pasión, las clases de artes marciales y por fin lo había conseguido. Mas tarde abri mi propia sala de Ving Tsun y escrima y pude cumplir ese sueño montando un gimnasio al modo mas tradicional de Hong Kong.

Pero en el fondo de mi corazón sabia que algún día tenia que practica BJJ y aunque sea un poco brusco decirlo y mas pensando en todas aquellas personas que lo han pasado mal, el COVID me ha dado ese empujoncito ya que tuve que cerrar la sala y que necesitaba para poder de una vez por todas conocer de primera mano una de mis ilusiones desde que era joven y tenia pelo, ja, ja…

Podría haber vuelto a dar clases de Ving Tsun, y lo hago pero a nivel avanzado y de esa forma poder por fin comenzar a practicar BJJ.

Y que mejor manera de hacerlo que de la mano de dos auténticos maestros David Cavalcante y Enrique Lopez Lorenzo que me han recibido de la mejor manera posible, abriéndome las puertas de su casa, de sus conocimientos y que ayudados por la mano de Javier vizuete formar un triángulo de profesores que dedican su vida, su esfuerzo, sus conocimientos y su pasión a que sus alumnos aprendan el mejor BJJ, el que para mi era el de unos de mis idolos de juventud, la familia Gracie. Un BJJ en su estado mas puro, enfocado a la supervivencia, a la defensa personal. Un BJJ testado en miles de combates, durante muchos años y por una familia mas que numerosa que ha elevado el nombre del BJJ al olimpo de las artes marciales en menos de 100 años.

Me siento de nuevo como un niño con zapatos nuevos, con ilusión, con ganas, disfruto como cuando te enamoras de nuevo, no se ve por la mascarilla pero estoy con una sonrisa de oreja a oreja y tengo la energía de un chico de 20 años. Los que ya me conocen saben que siempre me ha gustado la intensidad, la eficiencia, la eficacia y la lógica detrás del arte. En eso el Ving Tsun y el BJJ son muy parecidos y como he dicho muchas veces soy capaz de  estar con la misma técnica toda la clase pues busco el conocimiento, la técnica y el wu wei en todo lo que hago.

Es curioso también que ahora que practico BJJ también he vuelto a valorar mas el Ving Tsun, ahora que soy alumno novato vuelvo a sentirme igual de novato en Ving Tsun y como decía un maestro De Karate de 90 años “sigo practicando porque todos los días aprendo algo nuevo”, y que así sea hasta que no pueda mas porque ese para mi es el camino de las artes marciales. Tenia dudas acerca de si podría seguir amando al Ving Tsun como siempre lo he hecho o iba a tener que repartir ese amor entre dos. Es la misma sensación de cuando vas a tener otro hijo, tienes miedo de quitar amor al primero y no solo no le quitas ese amor sino que lo multiplicas por dos y es asi como me siento actualmente.

También me gustaría destacar el nivel, el compromiso y el grupo de alumnos que han logrado crear David, Enrique y Javi y que hay se nota el talante, la personalidad, la tradición, el respeto y las enseñanzas de ellos pues los alumnos al final son un reflejo de los maestros.

Para acabar lo voy a hacer con título de otras dos películas que representan lo que va a ser el BJJ en mi vida a partir de ahora “la historia interminable” y la frase final de Casablanca “este va a ser el inicio de un gran amistad”.

Para todo aquel que se quiera animar a practicar esta bella arte marcial, mas abajo os dejos los horarios de la academia, hay mañana, mediodia, tarde y fines de semana, una oferta irrepetible.

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