Tres cosas hay en la vida

Como dice la canción tres cosas hay en la vida Salud, dinero y amor, el que tenga esas tres cosas que le de gracias a Dios.

En las artes marciales también hay tres cosas que deberíamos buscar cuando comenzamos a practicarlas:

  • Que sirva como defensa personal.
  • Que sea natural.
  • Que la pueda realizar cualquier persona.

Que sirva como defensa personal.

Muchos de los que comenzamos en las artes marciales lo primero que buscamos es sentirnos seguros, coger confianza o bien porque desde pequeños nos han enamorado personajes como Bruce Lee. Jackie Chan, Miyagi, Jet Li, Sho kosugi, Van Damme, Chuck Norris, etc.

A lo largo de estos años han sido muchas las modas en las artes marciales, Ninjitsu, Taekwondo, Aikido, Kick Boxing, BJJ, Wing Tsun, etc. actualmente pocas de ellas siguen en la cresta de la ola, bien porque la afluencia a los gimnasios ha bajado, bien porque ya no hay actores que hagan películas taquilleras de artes marciales, o bien porqué han perdido esa aura de misticismo, secretismo y invencibilidad que les protegía. Hoy en día, las MMA han cambiado el paradigma de las artes marciales y han contribuido a que se filtre más un arte marcial ante los ojos de la búsqueda de la eficacia. No cabe duda de que hay personas que lo que buscan es temas espirituales, de salud o bien de pertenencia a un grupo de individuos con tus mismos anhelos. Pero no olvidemos que arte marcial viene de la palabra Marte dios de la guerra, y si un arte marcial no persigue también la eficacia en la lucha más bien es un compendio de movimientos sin sentido. Un arte marcial siempre ha sido la unión de cuerpo, mente y espíritu y como dice el maestro Chan Chee Man Ving Tsun Style/Kung fu Spirit “Si vas a pelear ten una buena estructura, pero también estate dispuesto a recibir golpes.” Cuando hablamos de defensa personal hablamos de sentir que lo que hacemos tiene como finalidad el poder defendernos de una agresión, esto no quiere decir que nosotros seamos los agresores pues las artes marciales no proveen de unos valores éticos y morales que las acompañan como por ejemplo el código de conducta de Yip Man:

  • Permanece disciplinado – compórtate éticamente como artista marcial

·         Ejerce la cortesía y la honradez – Sirve a la comunidad y honra a tu familia

·         Quiere a tus compañeros de clase – Permanezcan unidos y evitando conflictos

·         Limita tus deseos y afán por los placeres materiales – Conserva el espíritu correcto

·         Entrena con diligencia y conviértelo en un hábito – Mantén tus habilidades

·         Aprende a desarrollar la tranquilidad de espíritu – Abstente de discusiones y peleas

·         Participa en la sociedad – Sé moderado, culto y educado en tus maneras

·         Ayuda al débil y al muy joven – Usa tu habilidad marcial para el bien de la humanidad

·         Transmite la tradición – Preserva este arte chino y sus normas de conducta

 

Creo que en este código queda definido lo que debería ser en entrenamiento y los principios y conceptos morales a la hora de practicar un arte marcial como la búsqueda de su eficacia como defensa personal.

Que sea natural

Muchas personas cuando lean esto pensaran “el Ving Tsun muy natural no es”, pues bien siento decirles que están muy equivocados. Tampoco es natural imitar a los animales (tigre, mono, serpiente, etc), ni pegar grandes saltos, ni ir descalzos por la calle,  ni ir con guantes, ni con palos de ratán, etc. ¿Entonces, Cual es el problema? Lo voy a definir con cifras que he ido recopilando a través de estos años de impartir clase y que se basan en dos premisas; el tiempo y el código cultural.

El tiempo porque según los datos que he ido recopilando desde el año 2008 la media de asistencia a clase de los alumnos era de 60 clases anuales, la mayoría no llegaban ni a esa cifra, alguno la pasaba, pero era la excepción. Eso nos deja unas 75 horas al año. Bien por imposibilidad o bien por falta de tiempo, etc, (hay no voy a entrar pues cada persona tiene su propia vida), estaremos de acuerdo en que es tiempo insuficiente para integrar algo en tu modo de ser, de entender y de vivir la vida . En tiempo de Yip Man como he contado otras veces el dojo era un centro social de reunión en el que se juntaban un grupo de amigos/practicantes todos los días (incluso fines de semana) a entrenar, departir, tomar te, intercambiar opiniones, etc durante horas, vamos a suponer tirando por lo bajo que hacían dos horas al día por cinco días a la semana, por 48 semanas por ejemplo (un mes de vacaciones) lo que nos da un total de 720 horas al año por cinco años es igual a 3600 horas de práctica. La prueba viviente de esto es el maestro Chan Chee Man, no hay mas que verlo a sus casi 85 años como se mueve, como interpreta, como gesticula y como vive la vida según los principios del Ving Tsun.

Y otro es el código cultural del país del que ya hablé en otros artículos. Los “chinos” están acostumbrados a ver diferentes estilos de kung fu en las películas donde también es muy importante la ópera china con su método particular de gesticulación lo que hace que el Ving Tsun sea para ellos algo mas natural de ver, entender y practicar. Siempre digo lo mismo, pero es igual que para nosotros el flamenco, aunque no sepamos bailar seguramente sabemos gesticular, bailar y cantar mejor que un habitante de otro país. Quien no ha imitado a Bruce Lee con sus gestos, sus gritos, su postura no muy natural. Quien no ha hecho estiramientos dolorosos para abrirse de piernas como Van Damme. Quien no quiso hacer Aikido, o lo hizo para imitar a Steven Seagal. Quizás lo más natural que os ha salido haya sido hacer el borracho como Jackie Chan, ja , ja…

Con estos datos creo que un sistema que nos parece “raro” como el Ving Tsun no es tan difícil de aprender, sino que requiere de un tiempo y un esfuerzo significativo sobre todo porque es en sus grados mas avanzados cuando vas soltando lastre. Como siempre digo a mis alumnos, el Ving Tsun es como en la película de Forrest Gump cuando comienza a correr y se le van cayendo todos lo hierros que llevaba en las piernas para mantenerlo recto. El problema es que muchos quieren mantener los hierros puestos por miedo a caerse o justo lo contrario que ni siquiera se los ha puesto.

Como dijo Bruce Lee “aprende la forma, trabaja la forma, olvida la forma”, eso no quiere decir abandona el Ving Tsun, cambia el Ving Tsun, modifica el Ving Tsun como mucha gente cree, sino que una vez que lo has aprendido, interiorizado y trabajado a fondo durante años, puedes olvidarte de mantener la “forma”

Para mi la forma mas hermosa que conozco de ilustrar esto que escribo es este bellísimo poema Japones:

«El Monte Lu en lluvia y niebla; el río Che muy crecido. / Antes de que fuera allí, no cesaba el dolor del deseo. / Fui allí y retorné… No fue nada especial: / el monte Lu en lluvia y niebla; el río Che muy crecido”

Ahora bien, para volver hay que ir y haber llegado, son muchos los casos en que, por falta de información, por falta de dedicación o por falta de conocimientos se cogen atajos, se da la vuelta antes de tiempo o se dice que se ha llegado sin siquiera haberse acercado.

Que la pueda realizar cualquier persona

Si no está al alcance de la mayoría de las personas, para mi no es un buen sistema. Todos conocemos magníficos peleadores en todas las artes marciales, pero hay que buscar allí donde mas abundan para darnos cuenta de que el sistema funciona y no solo la persona.

A lo largo de estos años he conocido a maestros espectaculares pero que lo que hacían solo lo podían hacer ellos, bien por sus características físicas o bien porque su entrenamiento a través de estos años le habían llevado a conseguirlo o también porque habían practicado infinidad de artes marciales y eran eficaces que no eficientes.

Siempre que me enseñan a un maestro digo que se fijen en sus alumnos para saber si el método funciona. Y para mi que funcione es que se pueda desarrollar en todo tipo de personas, sin importar físico, edad ni sexo. Si esto no es así, no es válido.

El maestro Chan Chee Man siempre insiste en que a la hora de realizar las formas, técnicas, chi sao, etc nos pongamos en modo “mujer” y que seamos siempre mas suaves, mas listos y vayamos muchos mas relajados de lo que lo hacemos habitualmente. Que ya habrá tiempo de utilizar la fuerza cuando haga falta.

En los primeros años del desarrollo del Ving Tsun en Hong Kong sus practicantes eran temidos por las demás artes marciales y no era por su complexión física (Wong shun leung , Bruce lee, Chan Chee Man, Wu chun Nan, todos de menos de 1.70 de altura) sino tal y como cuenta el maestro Chan Chee Man por sus principios y conceptos.

. Como dice el maestro Chan Chee Man “yo transmito el Ving Tsun de mi maestro y no he tenido nunca la necesidad de añadir nada mas”. Justo lo contrario de lo que ocurre actualmente en que aparecen instructores y maestro de debajo de las piedras y para darle su sello personal van añadiendo mas y mas cosas a los programas.

Finalmente quiero añadir algo que siempre tiene que acompañar al Ving Tsun y es que sea Simple, directo y eficiente. Tres cositas nada mas.

Un saludo.

Sifu Jesus Carballo

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