«El todo es más importante que la suma de sus partes»

No hay un sistema o un evento que sea completamente cerrado, es decir, que pueda aislarse totalmente de los restantes. Por definición, la vida implica intercambio e interconexión de sistemas, de hecho, en realidad no hay sistemas aislados.

 

Podemos afirmar, entonces, de manera universal, que cualquier “todo” (por ejemplo un árbol) que pueda diferenciarse en partir, asi como cualquier “parte” (por ejemplo, rama, tronco, raíz, flor…) constitutiva de un “todo” poseen intrínsecamente una interacción con cualesquiera otras “partes” y cualesquiera otros “todos”. Esta idea se puede ejemplificar en las figuras holográficas, donde en una fracción de un “todo” se esconde la información de las “partes” restantes.

 

Esta frase tan utilizada hoy en día en la terapia Gestalt, “el todo es más importante que cada una de sus partes” y atribuida al filósofo y científico Aristóteles la escuche por primera vez en el sistema Latosa Escrima y se utilizaba para hacer comprender a los alumnos que si no se respetaban todos y cada uno de los principios del sistema, entonces no era Escrima Latosa.

 

Hoy en día y debido a la gran proliferación de artes marciales conocidos gracias a Internet me resulta no menos que curioso que muchos llamen a su estilo Ving Tsun cuando no respetan los principios básicos que forman ese “todo”, sino que han cogido una de sus partes y han desarrollado su propio sistema de Ving Tsun. Como leí hace poco de un alumno de Yip Man, Duncan Leung “hoy en día muchos profesores de Ving Tsun introducen elementos de otras artes marciales porqué no tienen la posibilidad de comprobar su eficacia en clase, en Hong Kong no teníamos ese problema pues estábamos continuamente probándolo en las calles”. De ahí esos videos patéticos en los que un practicante de Ving Tsun sube a un ring y le dan la del pulpo. Por querer jugar al baloncesto contra un Futbolista en un campo de futbol.

 

El Ving Tsun es algo más que posición de guardia, puños en cadena, formas sin sentido y rodar brazos. El Ving Tsun tiene unos principios básicos que forman un “todo” y que le dan esa particularidad que hace de el un sistema tan diferente a otros y en el cual se busca lo simple (pocos movimientos y formas), lo directo (el uso de la línea central) y lo eficiente (el uso de la estructura de “todo” el cuerpo para conseguir más con menos).

 

Todos conocemos a muchos luchadores que nos harían morder el polvo, pero eso no significa que el hecho de tener unas cualidades físicas excepcionales o morales inexistentes les otorgue el título de “mejor luchador de Ving Tsun del mundo”.  Ese tipo de personas no son los que me merecen admiración. Admiración me merece aquellos maestros que son capaces de con unas condiciones físicas más bien escasas son capaces de hacer de su arte marcial una herramienta útil para ellos y llevarlos al extremo de integrarlos tanto en su “modus operandi” que sean una parte integra de su vida y su forma de hacer las cosas.

 

Y cuales son esos principios a los que me refiero?, pues estos son:

 

  1. Estructura y relajación. (posición de abducción, sheung ma, chor ma)
  2. uso del centro. (linea central)
  3. Distancia y presión constante. (intercepta lo que viene, quédate pegado y cuando puedas ataca)
  4. Tiempo correcto de acción. (ataque y defensa simultaneo, atacar a la vez que te atacan)
  5. Actitud correcta. (no vaciles al atacar, si tienes miedo a ser golpeado te golpearan, si golpeas sin control perderás el equilibrio.

 

Espero haberos podido ayudar en vuestra práctica y que entendáis un poco mejor cual es el Ving Tsun que practicamos.

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